Estanques de agua de lluvia con potencial educativo, creando exhibiciones o arte público. Una de las formas de sensibilizar a la comunidad es a través de la casa de nubes. Los visitantes entran a una especie de granero pequeño y se sientan en unas sillas mecedoras junto a unas plantas que crecen en la ventana. Un sistema oculto de canaletas recoge y entrega el agua de lluvia a una cisterna subterránea. El balanceo de las sillas están equipadas con sensores de presión para permitir que los visitantes activen agua para ser bombeada hacia la nube en lo alto del granero. El agua «llueve» de la nube al techo, a las canaletas, y luego se usa para regar las plantas en la ventana antes de que regresen al subsuelo. Durante los períodos secos, o cuando no hay suficiente lluvia para llenar la cisterna, las sillas ya no provocan riego y las plantas se marchitan. Esta exhibición del ciclo del agua ilustra la frágil dependencia de los sistemas naturales que hacen crecer los alimentos que comemos, y la importancia de comprender esta conexión frente al cambio climático.
