#EconomíaDelConocimiento: ROSS mejora la eficiencia de las empresas con tecnología e innovación

ROSS es un emprendimiento cordobés que cuenta con dos unidades de negocios: Tecnología (software factory) y Cultura de Innovación (procesos y metodología). En total, son aproximadamente 70 colaboradores en su mayoría ingenieros de software, aunque debido a sus orígenes y ADN también trabajan psicólogos, licenciados en recursos humanos, sociólogos y otras especialidades no tan afines a cuestiones tecnológicas.

“En general el proceso es acercarnos a nuestros socios mediante la oportunidad de mejorar su eficiencia, resolver sus problemas aplicando herramientas concretas de innovación, presentarle las diferentes metodologías de este ámbito que si bien es bastante conocido y utilizado por ejemplo en el Silicon Valley, no necesariamente lo es en Córdoba o Latinoamérica en general”, cuenta Ramiro Ortega cofundador de ROSS, junto a Sebastián Sosa. 

Según cuenta el emprendedor ya nadie, y menos después del Covid, discute la importancia de innovar y de re-inventarse, muchos inclusive ahora se están animando a asignar recursos reales (gente y presupuesto) para pasar del estado 100% reactivo en el que estábamos años atrás en término de innovación a diseñar y liderar su propia agenda al respecto. “Nosotros los acompañamos desde el principio y por supuesto también desde lo tecnológico. Trabajamos mucho tanto en el ámbito público como en el privado. Con empresas grandes y con startups”, señala Ortega. 

En este momento, la empresa está en proceso de expansión para convertirse en una empresa grande. “Crecimos de seis a 70 en cuatro años. Escalar y que todo siga funcionando es todo un desafío y más con la realidad que es tan competitiva. Internacionalizarse y com

enzar a seleccionar los proyectos con lo que queremos trabajar es nuestra foto más actual”, cuenta el emprendedor. 

Entre los principales desafíos, señala que la “competencia por el talento es una locura”. “El cambio de trabajo por parte de los profesionales asociados al software se ha convertido en una práctica cada vez más común, por lo que esto nos desafía a tener una propuesta de valor para nuestros colaboradores en términos de cultura, flexibilidad, autonomía, retos constantes, sueldos competitivos y formación/capacitación”, asegura Ortega. 

Hace ya un año que la empresa comenzó con un proceso de internacionalización para ganar mercado en el exterior y crecer en ese ecosistema, además de ampliar sus oportunidades para los talentos actuales y captar nuevos a futuro.

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