Paula Betania Luna tiene 30 años, es diseñadora industrial, docente y CEO de Momentum, una app que es un gestor de datos de evaluaciones físicas.
“Ofrecemos a los profesionales que trabajan en Deporte y Preparación física la posibilidad de crear una base de datos inteligente con la información de sus entrenados además de ofrecer al instante informes de avances de las habilidades físicas de sus atletas y clientes, promoviendo la profesionalización de este servicio”, explica a CorLab la emprendedora.
Según Paula, el diferencial de Momentum es la facilidad de aprendizaje para el uso de los evaluadores, la reducción de un 50% del tiempo de evaluación en campo y aún más importante la eliminación total del tiempo de análisis y procesamiento de datos posterior a las evaluaciones. “Creamos la posibilidad real de evaluar diariamente para que se pueda aplicar el ´lo que no se puede medir, no se puede mejorar´ en el deporte y reducir la incertidumbre en la toma de decisiones en los profesionales a la hora de planificar y proyectar.
La app tiene una licencia paga para los evaluadores, pero para los atletas es completamente gratuita. Actualmente cuentan con Evaluadores Momentum en tres continentes (América, Europa y Asia) y lo utilizan desde «atletas» desde las inferiores de clubes hasta personas de más de 60 años que se encuentra en rehabilitación.
– Según tu experiencia, ¿Cuáles son las principales dificultades de emprender en tecnología siendo mujer?
Ser emprendedor es un trabajo 24/7, el problema es que ser mujer también, entonces llega un punto en donde resignas una de las dos cosas. Lo bueno es que hoy nos estamos replanteando qué es ser mujer, con sus responsabilidades, obligaciones y derechos. Creo que planteando bien estos aspectos con el entorno de la emprendedora, se determina el éxito y más que todo la continuidad del emprendimiento.
– ¿En qué casos concretos se presenta esta dificultad?
La principal dificultad de ser mujer y emprendedora, más allá de ser tecnológica, es equilibrar «la gestión del hogar», «estar presentable/linda» y «ser amable/femenina»; y si sos «tecnológica» tener que arrasar como emprendedora con un posible Unicornio, estar «actualizandose» todo el tiempo para ser una crack e ir a todos los after office…
– ¿Cuáles son los desafíos más importantes en este sentido?
Cuando siento que la situación me desborda, me apoyo mucho en mi entorno, quienes se han dado cuenta mucho más rápido que yo que es importante cuidarme. Mis socios, mi familia y mi pareja siempre me apoyan 100% sea cual sea mi decisión, eso me da una tranquilidad de acción que es invaluable. Pero cuando llego a un lugar y soy la única mujer, recuerdo una frase de Marilyn Monroe “No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él” y me recuerdo que no debo ser igual a los hombres, porque no lo soy.
Creo que el desafío más importante es tomar conciencia individualmente de lo anterior y luego «educar» para que el resto de la sociedad lo entienda y lo aproveche. Creo que el sector de la tecnología se ha dado cuenta que cuanto más diverso el equipo, más eficiente en términos de innovación va a ser, por lo que tener diversidad de géneros dentro de una empresa tecnológica es vital.
Lamentablemente, en el otro entorno que se desempeña Momentum, que es el deporte, la historia de la inclusión de las mujeres en puestos de decisión e innovación está atrasado años luz, pero todas caminamos juntas y pronto vamos a encontrarnos con realidades más inclusivas.
– ¿Qué es lo que más te gusta de estar en espacios de liderazgo?
Actualmente, luego de haber experimentado el liderazgo, lo que más me gusta de ser una líder es contagiar una pasión. Quizás sea una mala elección la palabra «contagiar», pero es que no encuentro otra mejor para describir el hecho de que una persona dedique su tiempo, energía, dinero y se sume a pelear por un sueño que, quizás en un inicio fue tuyo, pero que todos lo adoptaron y pasó a ser nuestro sin ver un peso.
Un líder te posibilita ser una versión mejorada, crea sinergia en un grupo de personas que tienen un objetivo en común. Eso me encanta hacer, ver la magia en los ojos de una persona que dice, yo ayude en esto, pero lo hicimos juntos.
– ¿En algún momento sentiste que superaste tus propias expectativas?
En frío esta pregunta me da a un enorme NO… pero es porque siempre espero más de las circunstancias. ¿Todo podría haber salido mejor? Seguro… pero es lo que salió. Superé mis expectativas al momento de «liquidar » mi primer gran proyecto y darme cuenta que no iba a funcionar. Para mi eso fue madurar, crecer y tener respeto por mi tiempo y por el de los demás. Hoy intento tener esa filosofía en todos mis proyectos. Vamos con todo, si algo tiene que fallar, más vale que sea rápido.