Estrategias para una Ciudad Inteligente

Ago 22, 2020 | Opinión

Por Daniel Parisi, docente de Economía en Universidad Nacional de Córdoba y Especialista Técnico en CorLab.

Al igual que el término Smart Cities contempla una diversidad de definiciones, la estrategia para transformarse en una Ciudad Inteligente sigue la misma disyuntiva. En un estudio patrocinado por Nokia y publicado en su Smart City Playbook se han identificado las siguientes tres estrategias luego del estudio de 22 casos:

1) Aplicación central (anchor route): La ciudad despliega una solución para abordar un tema importante y específico como puede ser la calidad ambiental. Luego, avanza hacia otras temáticas según las prioridades definidas.

2) Plataforma (platform route): La ciudad se enfoca en la infraestructura subyacente necesaria para soportar una amplia variedad de servicios y aplicaciones inteligentes. 

3) Ciudad Beta (beta city route): La ciudad genera espacios para realizar pruebas pilotos  de múltiples aplicaciones para analizar sus resultados antes de adoptar la decisión de su implementación a mayor escala.

Cada una de estas estrategias tiene ventajas y desventajas, por lo que ninguna es superadora de la otra, todo dependerá de los recursos, asuntos y prioridades que determine la ciudad.

Un estudio de Naciones Unidas en 2016 sobre ciudades inteligentes agrega que, para una completa transformación de una ciudad en una inteligente, es importante construir cimientos denominados “infraestructuras inteligentes”, por ejemplo: 

  • Edificios inteligentes: deben mejorar la eficiencia energética, eficacia funcional y satisfacción de los ocupantes.
  • Movilidad inteligente: fomentar medios de transporte más rápidos, económicos y ecológicos (carpooling, alquiler de bicicletas en zonas céntricas, uso de tecnología en servicios públicos, entre otros). Brindar información al usuario a través de paneles o aplicativos y recopilar información de movimientos para optimizar estrategias.
  • Inteligencia energética, inteligencia de gestión del agua y de residuos: reside en el hecho del uso de sensores y contadores avanzados que permitan información en tiempo real. Para la energía y el agua utilizar la tecnología para evitar el despilfarro. En el caso de residuos avanzar en la economía circular y reciclado como también monitorear contenedores para eficientizar la recogida. 
  • Atención de salud inteligente: como parte indispensable del bienestar del ciudadano es necesario promover los hábitos saludables, brindar la opción de la telemedicina y avanzar en el seguimiento post tratamiento son los que destacan aunque siempre debe primar la prevención antes que el tratamiento.
  • Capas digitales inteligentes: es la capacidad de captar y compartir oportunamente la información a través de sensores, datos abiertos y fomentar la cultura de un ciudadano digital.
  • Espacios públicos inteligentes: generar espacios en la ciudad que motiven la participación ciudadana y dotarlos de infraestructura que permite a la ciudadanía utilizarlos de una manera lúdica y recreativa.

Transversalmente a cualquier estrategia adoptada, los servicios de conectividad e infraestructura apropiados, como así también la presencia de liderazgos que apoyen estas iniciativas son fundamentales para el éxito de las ciudades. En esto, el sector público es un actor fundamental que debe aprovechar el sistema de innovación local, promover la transformación digital, acelerar programas educativos en estas temáticas y crear espacios de innovación y laboratorios urbanos que permitan el ensayo, vinculación e incubación de ideas que generen impacto positivo social, ambiental y económico.

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